Dentro del grupo de juguetes peligrosos, hay uno que ha pasado a la historia por ser sin duda el más dañino para la salud de un niño y de cualquiera. Jugar con uranio y plutonio con el Energy Lab, causaba grandes problemas de salud
Foto:
El maletín del juego, con su contador Geiber, y sus botes con uranio
y plutonio. Daily Telegraph. Año 1959
Desde
1951 los niños americanos podían jugar con este auténtico
laboratorio atómico llamado Gilbert U-238.
Aunque parezca increíble,
el juego constaba de una cámara de niebla Wilson para ver reacciones
atómicas con Polonio 210, un contador Geiger, un cómic, el manual
de instrucciones y ….atención: cuatro isótopos radioactivos de
uranio en “dosis no peligrosas” y tres fuentes radioactivas:
Plomo 201, Rutenio 106 y Zinc 65
Lesiones potenciales para el infante jugador: una amplia variedad de cánceres, piel tornasoleada y fluorescente.
¿Quiere que su hijo se gane la vida en el laboratorio de Los Alamos o vendiendo proyectos secretos a Irán? Ya tarda en comprarle el Atomic Energy Lab, un juguete que desdichadamente sólo estuvo en el mercado un año, 1959, y que incluía como he señalado en la caja un contador Geiger y un par de fragmentos de uranio y plutonio, que se enviaban por correo después de comprar el juego
Foto: Imagen Daily Telegraph. Año 1959.
Las lesiones que podía producir el Atomic Energy Lab, eran una amplia variedad de cánceres, piel de color tornasol y fluorescente.Este curioso juguete, peligrosísimo, fué finalmente retirado; y refleja la pasión con la que algunos vivieron la guerra fría y la tensión nuclear entre la Unión Soviética y EEUU.
Por muy apasionado de la geopolítica de la época o patriota americano o ruso, cuesta mucho pensar en un regalo así a tu hijo. Pero el artículo se vendió bien hasta que comenzaron los problemas en su uso.
Fuente: Daily Telegraph.
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